sábado, 26 de octubre de 2013

LAS 3 ALICIAS de MUNRO

Por Daniel Fuster

"Yo siempre pensé que iba a ser novelista. Me decía que cuando mis hijos fuesen grandes y yo tuviese más tiempo para escribir novelas, iba a hacerlo. El cuento estaba puramente determinado por el largo de las siestas de mis hijos. Pero después resultó que ésa fue la manera en la que aprendí a escribir y ya no pude hacer otra cosa."

Sentí una alegría muy particular al conocer la noticia de este premio Nobel para Alice Munro, para mí el más justo de los últimos tiempos, y enseguida pensé en Cecilia y María José, quiénes de alguna forma con su manera de desarrollar los talleres en los que participé consiguieron que la lectura de los cuentos de Alice fueran saboreados y disfrutados con delicadeza y claridad literaria.


Recuerdo que fue alrededor del 2008 que una reseña sobre Munro llamó mi atención. “El egoísmo de una rebelde puritana” era el título de la misma. Se estaba anunciando su libro más autobiográfico, “La vista desde Castle Rock”. Por esa época yo me abocaba a la búsqueda de autores contemporáneos. Mi tiempo de leer a los clásicos estaba algo fatigado, como asimismo (aunque aún no lo advertía) en breve comenzaría a dejar de escribir poesía de manera habitual.

"Escribo sin pensar si hay un tema de fondo, pero sé que una idea sólo me interesa si tiene alguna complejidad moral, si tiene varias aristas. No es que me guste crear personajes que estén reflexionando sobre problemas morales, pero sí marcar cómo de las decisiones que uno toma, de las rutas que se elige, uno se puede arrepentir tiempo después."

Escogí para homenajear a Alice Munro tres fotos que la ilustran en diferentes momentos de su vida y también tres párrafos de ella que intercalé en la reseña, que de alguna manera tienen su correlación con esas imágenes, LAS 3 ALICIAS de MUNRO, tres momentos en su vida.

"No sé si es porque a mi edad me sigo rebelando contra la educación puritana, pero amo la ropa, amo salir de shopping y tener un almuerzo como éste que sea una excusa para arreglarme en medio del campo. Pensá que durante treinta años yo cociné cada bocado que mi familia y yo nos poníamos en nuestras bocas. Cuando nadie mira, devoro Vogue, ..."


fuente de las citas:  por Juana Libedinsky  | LA NACION-2008