sábado, 21 de mayo de 2011

A ESOS OJOS TRISTES

A esos ojos tristes tan lindos tan dulces/ le escribo que salgo del subte de un túnel

que antes de que el mundo/ me enguya me pierda

yo vi en la penumbra/ de un hombre sencillo

que hacía poesía tocando muy solo/ a todos a nadie queriendo animarle

a esos ojos tristes que vi esa mañana

conflicto y belleza/ sin paz sin tibiezas

A esos ojos tristes regalo mi canto/mi andar por las calles

mi estarlos mirando

domingo, 15 de mayo de 2011

VIAJANDO EN DIRECCION AL ESTE

Ya es domingo, pero no lo es. Nada es igual en este pasaje por encima del Atlántico. Cada tanto las vibraciones del fuselaje me despiertan, y descubro que las inermes e iluminadas pantallas de los monitores me dicen que la película ha finalizado. El avión se empecina en quitarme la duermevuela a sacudones, espasmos de otra forma de viajar. He extraviado el tiempo que llevo de travesía y me recorre la necesidad de escapar. Necesito ponerme de pie y salir. Pero adónde. Los respaldos de los asientos me cercan. Leo y bebo café para disimular. El cansancio me llega a través de las piernas inmóviles, y en la desazón de no ver a nadie en los pasillos. Todos duermen mientras flotamos en esta bruma bajo cero sin vestigios de vida, y cómo puede la sangre circular por las venas. Comprendo aterrado, que soy latiendo en un momento y en un medio que no es hoy, ni ayer, ni tampoco posible. Pero soy. Me espanta la oscuridad en la que se hunde la ventanilla. Necesito que amanezca. Pero el viaje sigue con su empecinamiento, y no deja de ir en dirección al este.